No nos aburras, ¡ve al estribillo!

Consejos para destacar en una reunión de networking.

No nos aburras, ¡ve al estribillo!

destacar en una reunión de networking

Si quieres destacar en tu próxima reunión de networking y sacar todo el partido de esta poderosa herramienta para tu negocio, haznos caso y «no nos aburras, ¡ve al estribillo!».

Puede que piense que estoy hablando de música… ¡en absoluto! No es que no considere que Roxette sea un gran grupo y que este álbum en concreto sea una de las mejores recopilaciones de la historia del pop.

Lo que quiero decir es: cuando estés en un evento de networking, piensa en esto: Lo más probable es que no seas la persona más importante o interesante de la sala o de la mesa, así que cuando llegue el momento de presentarte a los demás… ¡no les aburras!

Sé sencillo: Al igual que una buena presentación de una empresa, debes ser capaz de describir brevemente quién eres y qué haces en 1 o 2 minutos. No hace falta extenderse más. Si los oyentes están interesados en saber más, siempre pueden preguntar.

El primer consejo para destacar en tu próxima reunión de networking: No soples tu propia trompeta.

Nadie es un buen vendedor de sí mismo. Los demás confiarán en ti cuando te conozcan, conozcan tu empresa, tus servicios y tu profesionalidad, pero no porque tú lo digas. Evidente. Así que no hagas perder el tiempo a nadie hablando maravillas de ti mismo y de tus muchos logros. Ve al grano, di quién eres y qué haces, y deja que los demás te pregunten si necesitan saber más, y prepárate para empezar a construir la relación.

El reloj de arena.

En los muchos eventos de networking que he tenido el honor de organizar, suelo invitar a los invitados a que se presenten brevemente al resto de los asistentes. El problema es que el concepto de «brevemente» varía de una persona a otra. Y… Muchas veces me he visto atrapado en interminables historias sobre lo buenos que son, lo mucho que han conseguido y los retos que han sido capaces de superar.

Cinco minutos, incluso diez a veces, de discursos interminables que no interesaban… ¡a nadie! Recuerda el punto anterior: ¡NO toques tu propia trompeta!

Así que ahora he cambiado mi enfoque. Tengo un reloj de arena de 2 minutos que llevo conmigo a todas las reuniones, y siempre que alguien va a presentarse, hay una regla clara: una vez que cae el último grano de arena, ¡dejas de hablar! A menos que alguien pregunte después… porque, en ese caso, ¡hay algo interesante que decir!

No me malinterpretes.

Y no me malinterpretes: no digo que lo que tengas que decir no sea interesante, pero una ronda de presentaciones no es el momento de hablar de tus tiempos en la universidad, tus logros en la carrera, los testimonios de tus clientes satisfechos o los extraordinarios honorarios que eres capaz de cobrar porque eres el mejor de la ciudad.

Así que, recuerda: si quieres destacar en tu próxima reunión de networking empresarial… no nos aburras…
¡ve al estribillo!